28 de noviembre de 1859. Muere Washington Irving, autor de una de las mejores guías escritas de la Alhambra de Granada.
«Desde mi primera infancia cuando, a orillas del Hudson me asomé por vez primera a las páginas de la apócrifa pero caballeresca historia de Ginés Pérez de Hita sobre las guerras civiles de Granada y los feudos de sus gallardos caballeros, cegríes y abencerrajes, esta ciudad ha constituido siempre el objeto de mis ensoñamientos; y a menudo he paseado con la imaginación por los románticos salones de la Alhambra. [...] me cuesta hacerme a la idea de que vivo en realidad en el palacio de Boabdil y puedo contemplar desde sus balcones la caballeresca Granada. Al vagar por estas orientales estancias y oír el murmullo de las fuentes y el canto del ruiseñor; el inhalar el aroma de las rosas y sentir la influencia del suave clima, me siento tentado a imaginarme en el paraíso de Mahoma y ver en la rolliza Dolores a una de las huríes de brillantes ojos destinadas a contribuir a la felicidad de los auténticos creyentes.»
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