martes, 15 de febrero de 2011

"Usted ha sido testigo, está obligado a recordar". Crónica de una presentación.

Ángel Vivas escribe una buena crónica sobre la presentación de Tan real como la ficción en la librería La Central (Madrid), para El Mundo.



"El estilo literario puede salvar a los periodistas"

Ángel Vivas / Madrid

"El retorno a la investigación y el estilo literario podría salvar al oficio de la mediocridad de los periodistas, cada día más acomodados y partícipes del discurso oficial del poder (económico, político, cultural) y del auge de la dispersión informativa que fomenta el ciberespacio". Así arranca la conclusión con que el periodista Doménico Chiappe cierra su ensayo Tan real como laficción (Laertes), un análisis crítico del periodismo actual, que acaba de ser presentado en un diálogo del autor con su colega Alfonso Armada.

"El periodismo está en un proceso de embrutecimiento, que es general en la sociedad y que consiste en la simplificación del discurso y la comodidad; y creo que ese estilo es el que puede salvarle", dice Chiappe. "La televisión es escandalosa en su mediocridad y la radio es una máquina de opinión", añade este profesional que imparte un taller de periodismo narrativo en la Escuela de Escritura Creativa Fuentetaja y que obtuvo una Mención de Honor en los Premios Iberoamericanos de Unicef y la agencia Efe. Instigado por Alfonso Armada, Chiappe habló del ciberespacio, de la imaginación, de lo que el periodismo tenga de arte y de oficio, de casos como los de Truman Capote o Kapuscinski o de la eterna cuestión de la verdad objetiva. Lo mejor del ciberespacio le parece esa suerte de microfísica del poder que diluye la autoridad del editor. Lo peor, el amateurismo que lo invade. "La imaginación es el olfato del periodista", define Chiappe, "y te puede guiar cuando buscas algo. Es útil en la fase de investigación, ya que te permite intuir hacia dónde dirigir tus pasos. Pero a la hora de escribir ya no cabe la imaginación; sólo 1o averiguado y real".

En cuanto al oficio sostiene que éste "es algo mecánico, y el periodismo bien hecho no debe ser mecánico; el periodismo tiene más de arte que de oficio". "Escribí el libro", añade, "desde el entusiasmo por los buenos textos y la indignación por el periodismo convertido en oficio". Y cita como ejemplos de los primeros los de Kapuscinski, al que considera un maestro; Hiroshima, de John Hersey; Despachos de guerra, de Michael Herr, sobre la de Vietnam, o La canción del verdugo de Norman Mailer, "que maneja la tensión de un modo magistral".

"El periodista es un mudo que señala", ha escrito Chiappe en su libro. "Al decir eso", se explicó en la presentación, "quiero decir que es alguien que no debe intervenir en la historia que cuenta; y si ha intervenido, debe señalarlo. Pero también defiendo la voz del periodista". La presentación estuvo llena de reflexiones y consejos útiles para los profesionales y los lectores de prensa. Ejemplos: "El mal periodista surge de la investigación insuficiente, no de las herramientas usadas". "Siempre das una versión, no la verdad. De ahí la necesidad de una investigación profunda". "Hay pluralidad, no objetividad, ya que nadie logra despojarse de su ideología o sus prejuicios. La pluralidad es lo que nos permite acercarnos a la objetividad" . Y éste: "El periodismo es un género que hay que trabajar también con intención artística".

Ademas de tirarle de la lengua a Chiappe, Alfonso Armada recomendó los consejos para hacer entrevistas que incluye el libro. En ese pasaje, Chiappe sostiene, entre otras cosas, que "la entrevista es, en el fondo, un acto acusatorio: usted ha sido testigo, está obligado a recordar".

No hay comentarios: