lunes, 3 de junio de 2013

Contrabandos


Volveremos

NOS VOLVEREMOS A ENCONTRAR Y SEREMOS MÁS Y MÁS FUERTES


Breves notas del Eei (Encuentro de Editores Independientes) de Contrabandos con el propósito de hacer saber a todas aquellas personas o colectivos interesados que no paramos de trabajar durante las tres jornadas de mayo durante las que nos encontramos y que la treinta de personas que nos juntamos hemos llegado a unos acuerdos que pueden afectar a cualquiera que ame a los libros y desee ocupar con libros y presencias el espacio público.
Lo tenemos todo grabado en videos y audios, que en poco tiempo serán accesibles en la web de Contrabandos tal cual, y con el tiempo editaremos.
En la primera sesión tanto ODEI como Les 451 expusieron sus textos fundacionales: un manifiesto en el caso de la primera y un llamamiento y «querella de los modernos y los modernos», en el caso de los segundos. Allí estaban quienes los escribieron y pensaron a partir de tomas de posición convergentes, muy cercanas a nuestra preocupación por la realidad del libro de pensamiento, del libro político, con voluntad de transformación social; una realidad que ambos colectivos diagnostican como gravemente atacada, asediada, herida; y que necesitamos se defienda, cambie, mute, sobreviva.
ODEI conjunta a más de un centenar de pequeñas editoriales italianas, que en un maravilloso manifiesto expresan dónde están, en qué país, en qué crisis, con qué universidad, estado… Luego se identifican y desidentifican de lo que dicen de ellas y defienden operar con sus herramientas para defender al libro como bien común. El libro como ecosistema, vivo, en movimiento, que no puede sobrevivir en la monocultura so pena de morir bajo la voracidad de la especie del libro mercancía, libro para ganar dinero. Perder los libros, no lo permitimos, y para eso este centenar de editoriales desde la pluralidad de posiciones y prácticas lanzan ODEI, un Observatorio para preservar la bibliodiversidad.
Los 451 convoca a los y las trabajadoras del libro, no se trata de un gremio, se trata de abordar toda la cadena de producción desde el autor/a al lector/a y desde los libros a toda la sociedad aterida de capitalismo. Los 451 se reunieron largamente, atendieron a la degradación de las condiciones de trabajo de libreros, editores, ilustradores, bibliotecarios, a la conversión del libro en mercancía, lanzaron un manifiesto, fueron malinterpretados y continuaron escribiendo hasta redactar «la Querella de los modernos y los modernos» y convocar un encuentro de reflexión el pasado enero en París. Frente al flujo de informaciones digitales cliqueables ad nauseam, los 451 hacen una denodada defensa del libro «como objeto social, político y poético», del libro como detonación del encuentro social, del tiempo necesario para la producción justa, improductiva para el mercado capitalista. Los 451, son ya más de quinientos firmantes y un buen grupo que se quedó desarrollando el argumentario, de tipógrafos a filósofos. Su argumentario denuncia que el negocio de los libros es destruirlos, que se sobreproduce libro mayoritario para aplastar a los minoritarios. Señala también los estragos del capitalismo en la manera de producir los libros y defiende la exigencia de resistir atreviéndose a cuestionar lo incuestionable, por ejemplo la bondad de internet y otras trampas, como el «libro electrónico», esto es: «un archivo de datos informáticos descargables en una tableta, nunca será un libro». 
ExCuem, una librería ocupada de Milán, también estuvo entre nosotros. Hace unos meses ya juntó a Les 451 y ODEI en Italia y ahora en Madrid han vuelto a sumarse a la convocatoria de las editoriales de Contrabandos, para, como venimos diciendo, no parar de trabajar.
Expuestos los pensamientos colectivos, la mañana del viernes pasamos a sabernos cada cual en su trinchera, nos presentamos, resaltando los aspectos que  compartíamos y tras escucharnos atentamente pasamos a las propuestas.
ODEI lanzó su propósito de un encuentro en Roma, de animar a otras lenguas y territorios, sumar a más editoriales inglesas (a partir de la presencia de Pluto entre nosotros), portuguesas, alemanas,  griegas…
Acordamos que en el encuentro de Roma intentaremos seguir tomando decisiones. Para empezar no disimulamos nuestra preferencia por el libro en papel, nuestra antipatía a los monopolios, a amazon, a google, a los macrogrupos mediáticos, al riesgo de la monocultura, la mayor necesidad de identificarnos los afines y colaborar, compartir autores/as, amplificar el pensamiento libre, comprometido con la transformación social desde la igualdad, la libertad… traducirnos…
Y expondremos también en todo en lo que triunfamos: nuestra complicidad, nuestras risas, los magníficos libros de La Fabrique, Elèuthera, Derive Approdi o Pluto, la prueba de que una librera trabajadora de L’Atelier en París puede luchar contra la tendencia de que no se venda, de que en un barrio cualquiera no lea cualquiera, de que los libros no se compartan entre librerías. Y unos jóvenes temporalmente libreros pueden volvernos a hacer creer en la vida del libro dada su apuesta política y su militancia en la Ex-Cuem, (librería autogestionada dentro de la Universidad de Milán que ha sido recientemente destruida por la policía a iniciativa del rector). Sus ideas radicales, las escuchamos muy atentamente: como el libro a coste o precio de surgimiento y no el precio de mercado, al libro como si nos perteneciera a todo el mundo y pudiéramos acortar las cadenas de valor capitalista convirtiéndolo en detonante de organización social.
ODEI sugiere crear Zonas Temporalmente Libreras, algo que sin duda este encuentro ha sido, ha habido tráfico de catálogos, de ánimos, ha habido espacio para revisar los lugares imprevistos (talleres en las cárceles y las vías públicas) a los que llega La Palabra Itinerante. Los 451 son optimistas, partiendo del desastre actual, dicen «tenemos que empezar de cero». Y ya van muchos avances, y todos los que quedan por venir…
Leer es sobre todo una costumbre y nos la están echando a perder quienes sólo quieren sacar del libro provecho dinerario. Perdemos cantidad de libros, perdemos gusto, posibilidades, palabras libres, inapropiables, suelos donde encontrarnos con libros… Eso pensamos quienes creemos en los libros como en la vida, y no vamos a permitir que así siga siendo. Hay que leer libres, escritos buenos, que nos sanen, que no nos cuesten más que lo justo, que nos encuentren por las calles y nos cuenten de nuestros mundos, y nos los cuiden; conservar esa blibliodiversidad significará la posibilidad de querer y poder continuar leyendo cosas que nos aten a la vida y su materia, el cuerpo, el mundo.
Y por último queremos dar las gracias a Natacha de la Simone, Ferdinand Cazallis, Michel Le Meur, Stella Magliani-BelkacemSergio Bianchi, Ilaria Bussoni, Andrea Staid, las chicas y chicos de ExCuem, Ana Monjó, José Luis Ponce, Juan León, Jordi, Ángel, Inmaculada Jiménez, Fernando, David Eloy Rodríguez, Eva Fernández, Alfonso Serrano, Pino, María… y también a los lugares que nos acogieron: Traficantes de Sueños y Enclave de Libros.

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