El 22 de noviembre de 1916 muere Jack London.
En el cuento «Los hijos del rey Midas», publicado en 1901 e incluido por Laertes en el recopilatorio La invasión y otros terrorismos, London relata el radical y terrible chantaje con el que una implacable organización secreta lleva una peculiar y efectiva lucha de clases hasta sus últimas consecuencias:
«(...) Nosotros, los Hijos de Midas, no nos contentamos con ser esclavos de un sueldo; los grandes monopolios y las formidables compañías mercantiles (...), impiden que subamos hasta el lugar que nos tiene designado nuestra inteligencia. ¿Por qué? Porque no tenemos capital. (...) Esclavos de un sueldo, trabajando todo el día y viviendo en la miseria, no podríamos economizar en sesenta años (ni en veinte veces sesenta años) lo suficiente para competir, de un modo favorable, con los capitalistas de ahora. Por eso no vacilamos en presentar batalla.»
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